El otro día, cuando volvía de casa, pasé por una tienda de mascotas, y ví un perrito queme impacto y pensé:
"Ya tengo bastante edad, puedo tener un perro". Se lo dije a mi madre y ella me dijo que no, por suerte Elena lo vió y tambien se puso de mi parte al final me compraron el perrito, se llama Pipo. Que feliz soy!!!
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